La caldera de pellet se consolida como la alternativa ideal a las calderas tradicionales, llegando a reducir el coste de calefacción a la mitad. Como dato relevante, en todos los países nórdicos se ha impuesto este sistema como fuente energética más económica, con una cuota de mercado que en alguno de ellos sobrepasa ya el 50%.
¿Qué es el PELLET?
«El PELLET es un combustible elaborado a partir de serrín y virutas de madera».
Si resulta tan económico, ¿por qué en España no se ha impuesto todavía?
«Existen varios motivos por lo que no se ha introducido con fuerza en el sector doméstico:
1º En España tenemos bastantes menos días de invierno y menos duros que en los países nórdicos, esto junto con que las calderas no eran precisamente baratas, ha desanimado al usuario al cambio.
2º La vivienda típica en España suele tener un reducido espacio destinado a “sala de maquinas”
3º Hasta ahora las calderas de PELLET eran bastante voluminosas y no se tenía total transparencia tanto del rendimiento de la caldera como del PELLET».
¿En estos momentos cuál es la situación?
«En primer lugar ya disponemos de datos absolutamente precisos y constatados para realizar un estudio rigurosísimo sobre costos, rendimientos, rentabilidad, etc.
En segundo lugar ya disponemos de calderas bastante compactas, de altísimo rendimiento y con unos precios contenidos sensiblemente más bajos de sus semejantes europeas. Esto es debido principalmente a que el líder en España en fabricación de calderas de gasóleo (DOMUSA) ha iniciado la fabricación de una nueva gama de calderas de PELLET, que cumplen los requisitos mencionados».
¿Entonces nos puedes facilitar toda la información que avala la rentabilidad de estos productos?
«Exacto. Lo primero que tenemos que saber es que un cambio de caldera de gasóleo por una de PELLET nos puede costar completa en torno a los 5.000 euros, siempre hablando de una caldera con acumulación y depósito de inercia. Si la caldera de gasóleo que sustituimos ya ha llegado al fin de su vida útil, la rentabilidad es inmediata, pues si la sustituimos por otra de gasóleo de acumulación, el cambio nos resultará por unos 3.000 euros, por lo que en este caso la diferencia a amortizar es únicamente 2.000 euros.
Un litro de gasóleo nos proporciona 10.000 kc y nos cuesta 1,05 euro. Por tanto si gastamos 2.000 l. al año nos cuesta 2.100 euros. En PELLET la norma EN+calidad A1 exige un mínimo de 4.042 kc. y de normal se están consiguiendo 4.300 k.c., por lo que necesitamos 4.651 kg. de pellet para obtener las mismas kilocalorías que con gasóleo. A un precio actual de unos 22 céntimos nos costara 1.023 euros frente a los 2.100 del gasóleo.
Por tanto cada año nos ahorraremos 1.077 euros en combustible, por lo que la diferencia de costo de sustituir una caldera de gasóleo por una de pellet la amortizaremos en solo dos años».
Creo que es más que suficiente para cambiar, ¿pero tenemos alguna ventaja adicional?
«Si lo consideramos desde un punto de vista social, tenemos que considerar que al consumir pellet el CO2 emitido a la atmósfera es el mismo que si la madera de la poda se descompone libremente y por tanto se considera como emisión cero. Además si consumimos pellet, esto facilita que la limpieza de los bosques sea rentable y se favorezca por tanto la prevención de incendios. Además mejora muestro endeudamiento exterior por ser un fabricado nacional y por tanto contribuye a paliar la crisis económica global además de mejorar sensiblemente nuestra economía personal».
Artículo publicado en Tudeocio.